El tercer trimestre del embarazo es un momento emocionante y crucial en el viaje hacia la maternidad. Desde la semana 28 hasta la semana 40, las mujeres experimentan una serie de cambios físicos y emocionales a medida que se acerca el momento del parto. En esta etapa, el bebé continúa creciendo y desarrollándose, mientras la futura madre se prepara para el gran día. Descubre qué esperar durante el tercer trimestre y cómo cuidarte a ti misma y a tu bebé durante estas semanas finales del embarazo.
Probablemente tengas que visitar a tu ginecólogo al menos dos veces al mes desde la semana 28 a la 36 y hasta la semana 40, es probable que tengas que ir todas las semanas para controlar que todo esté yendo bien y también para hablar y programar el parto, eso depende de tu ginecólogo. Otros sin embargo, dejan una visita programada para la semana 40, que sirve también para programar el ingreso de cara a una posible inducción en la semana 41 + 3 días.
En el tercer trimestre del embarazo los órganos del bebé ya están totalmente formados y su sistema nervioso activo. Ya abre los ojos en el séptimo mes de embarazo, se empieza a colocar para salir y va creciendo cada vez más y más! Normalmente al final del séptimo mes mide 38 centímetros y suele pesar sobre 1 kilo 400g. En el octavo mes ya mide unos 45 cm y pesa unos 2,3 kilos.Al término del 8º mes de gestación, el bebé mide, de media, unos 43 o 45 cm y pesa alrededor de los 2,200-2,500 kg, y en el último del embarazo medirá unos 50cm y pesará entre 3 y 3,5 kilos.
Cambios físicos y emocionales
Durante el tercer trimestre, es común que las mujeres experimenten una serie de cambios físicos y emocionales a medida que sus cuerpos se preparan para el parto. El bebé sigue creciendo rápidamente, lo que puede llevar a un aumento del tamaño del útero y a una mayor presión sobre los órganos internos. Muchas mujeres también experimentan síntomas como acidez estomacal, dificultad para respirar y problemas para dormir debido al tamaño del vientre y a la incomodidad general.
Muchas mujeres experimentan hinchazón en las piernas debido al aumento del peso y la presión sobre el sistema circulatorio. Esta hinchazón puede ser incómoda y afectar la movilidad y el bienestar general de la madre. En algunos casos, la hinchazón puede ser tan pronunciada que afecte la circulación sanguínea adecuada en las piernas. En tales situaciones, visitar a un fisioterapeuta especializado en drenaje linfático puede ser beneficioso. El drenaje linfático es una técnica que ayuda a reducir la acumulación de líquidos y mejorar la circulación en las extremidades, aliviando así la hinchazón y proporcionando alivio a la futura madre. Además, la consulta con un Podólogo en Moraira puede ser útil para abordar cualquier problema relacionado con el pie que pueda surgir durante el embarazo, como el dolor en los pies o el desarrollo de callosidades debido al aumento de peso y la presión. Un podólogo puede ofrecer consejos y tratamientos para mantener los pies saludables y cómodos durante el embarazo, lo que contribuye al bienestar general de la mujer embarazada.
Además de los cambios físicos, el tercer trimestre también puede ser un momento emocionalmente desafiante para muchas mujeres. La ansiedad sobre el parto y el cuidado del bebé, así como las preocupaciones sobre el futuro, son comunes en esta etapa del embarazo. Es importante que las mujeres se cuiden a sí mismas durante este tiempo y busquen apoyo emocional si es necesario, ya sea a través de amigos y familiares o de profesionales de la salud mental.
Preparación para el parto y el postparto
A medida que se acerca el final del embarazo, es importante que las mujeres se preparen tanto física como emocionalmente para el parto y el período postparto. Esto puede incluir tomar clases de preparación para el parto, aprender técnicas de respiración y relajación, y discutir un plan de parto con su médico o partera. También es importante comenzar a prepararse para la llegada del bebé, asegurándose de tener todo lo necesario, desde pañales y ropa hasta una cuna y otros artículos esenciales.
Además de la preparación física, también es crucial que las mujeres se preparen emocionalmente para el parto y la maternidad. Esto puede implicar hablar con otras madres, leer libros sobre el parto y la crianza de los hijos, y discutir cualquier preocupación o temor con su pareja o profesional de la salud. El apoyo emocional durante este tiempo es fundamental y puede marcar la diferencia en la experiencia de parto y postparto de una mujer.