La lactancia materna es ampliamente reconocida por sus numerosos beneficios para la salud del bebé. Sin embargo, en algunos casos, las madres pueden optar por la lactancia mixta, una práctica que combina la alimentación con leche materna y fórmula. En este artículo, exploraremos la lactancia mixta, sus ventajas y desafíos, y cómo las matronas pueden brindar apoyo a las madres que eligen esta opción.
Definiendo la lactancia mixta
La lactancia mixta, como su propio nombre indica, implica la combinación de la lactancia materna con la alimentación del bebé a través de fórmula infantil. Esta opción ofrece flexibilidad a las madres, permitiéndoles equilibrar las demandas de la lactancia materna con las necesidades individuales y circunstancias de la familia. Te contaremos las ventajas de este tipo de alimentación, pero también los desafíos que vas a encontrar si te decides por este tipo de alimentación.
Ventajas de la lactancia mixta
La lactancia mixta permite que otras personas participen en la alimentación del bebé, brindando a la madre la oportunidad de descansar o atender otras responsabilidades, así como dividir la carga de trabajo que supone amamantar al bebé. La lactancia mixta puede ser una solución para madres que experimentan desafíos en la producción de leche o enfrentan dificultades emocionales relacionadas con la lactancia exclusiva.
Al conocer la cantidad exacta de leche de fórmula que el bebé consume con la fórmula, los padres pueden tener un mejor control sobre la ingesta nutricional del pequeño, algo que no es demasiado relevante ya que, con el bajo peso de los bebés es muy fácil tener control de pequeñas subidas y bajadas de peso, que serán controladas por tu matrona en las primeras revisiones con ella.
Desde este blog, te recomendamos que, al menos durante los primeros seis meses de vida de tu bebé, o al menos, hasta que tu trabajo te permita estar junto a él, utilices únicamente la lactancia materna.
Desafíos de la lactancia mixta
La lactancia mixta entre el pecho y la leche de fórmula tiene ventajas en base a la comodidad y control de la cantidad de leche que ingiere el bebé, pero también tiene desafíos. Introducir biberones y chupetes demasiado pronto puede causar confusión al bebé, afectando la succión durante la lactancia materna. La leche de fórmula sale de una manera mucho más sencilla que la leche del pecho, dónde el bebé debe hacer mucha succión. Si el bebé se acostumbra a comer sin succionar, luego le costará hacerlo desde el pecho, lo que hará que vayas perdiendo esta posibilidad al irse reduciendo la producción de leche materna y acabes con lactancia en base a leche de fórmula.
La fórmula infantil implica costes adicionales y la necesidad de preparación, lo que puede ser menos conveniente en comparación con la lactancia materna exclusiva.
Cómo las matronas te pueden apoyar:
Las matronas con las que te cruces en el hospital o tu matrona de referencia en el centro de salud te puede brindar información detallada sobre las opciones de alimentación puede ayudar a las futuras madres a tomar decisiones informadas y sentirse seguras con su elección.
Una matrona debe ofrecer asesoramiento personalizado basado en las necesidades individuales de la madre y el bebé puede ayudar a superar desafíos específicos asociados con la lactancia mixta.
Realizar un seguimiento del crecimiento y desarrollo del bebé es esencial para garantizar que esté recibiendo la nutrición adecuada, ya sea a través de la leche materna o la fórmula.
En conclusión, la lactancia mixta es una opción válida que brinda flexibilidad a las madres y puede ser una solución efectiva para adaptarse a las necesidades individuales de la familia. Con el apoyo adecuado de matronas y profesionales de la salud, las madres pueden tomar decisiones informadas que promuevan el bienestar tanto de ellas como de sus bebés.